Existen diferentes materiales para tapizar nuestro sofá, desde la habitual tela, pasando por piel o polipiel, a continuación os vamos a explicar las diferentes opciones que tenemos:
TAPICERÍA DE TELA
Si vas a elegir un sillón,
sofá, sofá cama o chaise longue tapizado en tela es bueno que conozca
algunos aspectos sobre este material y no sólo lo elija por su color o
diseño.
Es imprescindible que sea fácil de limpiar, que sea resistente al desgaste y que no haga pilling
(bolitas). Las telas han mejorado mucho y, ya sean de algodón, loneta,
chenillas, poliéster o microfibras, resisten bien el roce.
TAPICERÍA DE PIEL
La tapicería de piel es hoy un producto exclusivo a precio totalmente asequible, es producto de moda, pieza única. La piel es fresca al contacto y cálida a la vista.
El grueso de la piel “en carne”, con el animal en vida, suele ser de
entre 1 y 2 centímetros. Las pieles de un sofá tienen unos gruesos de
entre 0,9 y 1 milímetro, llegando aquellas de mejor calidad a tener
grosores de entre 1,4 y 1,5 milímetros.
Los artículos en piel que ofrecemos a nuestros clientes se han sometido a 4 distintas pruebas calidad:
la prueba de resistencia y desgarro de la piel, la prueba y ensayo de
resistencia al fuego, las pruebas de resistencia de estructuras del
mueble de cuero y la prueba de desgarro en tejidos y pieles por
frotación.
La piel que vendemos en nuestras tiendas procede de la vaca, piel vacuna, también saber que en ocasiones también se comercializan otras pieles como las de cerdo o caballo.
La piel (o cuero) se divide en tres partes: epidermis, dermis e hipodermis (esta, la capa más baja). A su vez, la dermis se subdivide en flor y capa reticular.
En el ámbito comercial, la diferenciación de pieles se hace en cuanto a su calidad:
-
Piel flor: es la primera capa o capa superficial. Piel que ha
sido poco tratada o rectificada. Probablemente pueda mostrar cicatrices o
señales que el animal pudiese sufrir en vida, lo que imprimirá en el
producto autenticidad.
-
Piel rectificada (o serraje): toda la que no es piel flor. Toda esta piel ha sufrido tratamientos. Son pieles naturales de menor precio y se encuentran en una capa inferior a la flor.
La piel se “rectifica”, corta y suaviza, con lijas más o menos
abrasivas. Hay pieles flor que por su calidad inicial, la juventud del
animal y por lo poco dañada que está no necesitan ser lijadas -o
rectificadas-. Hay pieles que necesitan de muchas pasadas de lija para
mejorar su aspecto y suavidad.
El resultado final del producto no sólo dependerá de la preparación, curtido y acabado de la piel, también de una buena selección del bruto,
en especial de la procedencia de los animales y del estado de calidad
de sus pieles (el menor número de cicatrices, señales, etc.).
La piel es un producto natural. Habitualmente su precio dependerá al alza de lo superficial de la capa y de la amplitud de la pieza.
¿Qué diferencia hay entre la Piel, polipiel, similpiel o mediapiel?
Cuando se habla de piel sintética o polipiel ya no hablamos de un
producto natural, será este un producto plástico que imitará mejor o
peor las características de la piel natural. A veces las copias están
muy bien confeccionadas, y sorprenden por su similitud con una piel
natural, lo que se consigue con buenos tintes, flexibilidad del
material, grabados artificiales correctos e incluso la aplicación de
olores.
Mediapiel es un término que se usa habitualmente para denominar a
productos cuyas partes están fabricadas unas en piel natural y otras en
piel sintética. Habitualmente se usan las piezas naturales en los
asientos, respaldos y apoyabrazos -las partes que están al alcance de
nuestras manos- y las piezas sintéticas en la estructura y respaldos,
allí donde puede ser conveniente mayor resistencia al frote y facilidad
de limpieza. Es importante que te asegures que los colores (tintados) de
unas y otras partes coincidan.
Ecopiel, similpiel o novapiel, son nombres diferentes que han
aplicado los fabricantes a tejidos fruto de la combinación de machacados
de pieles naturales con fibras sintéticas como acrílicos, pes o pvc.
Estas combinaciones suelen ser más baratas que las de piel natural y más
caras que las pieles cien por cien sintéticas. Aúnan las ventajas de
unas y de otras: un confort parecido al natural y una durabilidad
cercana a la sintética.
¿Sofás desenfundables o fundas?
En principio no es necesario ni lo uno ni lo otro, la mayoría de las tapicerías se limpian con facilidad e, incluso, reciben en su fabricación un tratamiento antimanchas. Si hay que elegir, preferimos recomendar los sofás desenfundables, a las fundas.
Los sofás parcial o totalmente desenfundables te ofrecen una solución practica del lavado a máquina o en tintorería y no dejan oculto la belleza y el aspecto real del sofá, al dejar caer una funda encima de la pieza.
No toda la tapicería de un sofá suele ser desenfundable. Es
recomendable que lo sea, al menos, en las zonas del sofá en donde la
tapicería puede sufrir más: si habitualmente apoya directamente partes
de tu piel en él, si te sientas en él para comer o cenar, si tienes mascotas o niños en casa… Ten en cuenta también el color de la
tapicería, si te gustan de color claro también recomendamos que pueda
desenfundarse.
Hoy en día, en la fabricación de la mayoría de los sofás se ha incluido esta mejora, sin que ello afecte al precio.
Las fundas, a pesar de poder fabricarse a medida, nunca ajustan a
la estructura y asientos del sofá a la perfección, con lo que se
perderá visualmente su estética, diseño y líneas del sofá.
Otro aspecto negativo es su precio: es alto si están hechas a medida, pues requieren el mismo proceso (desplazamiento, tomar medidas, hacer
retoques,...) que hacerse un traje “a medida” (la confección para un
juego de tres y dos plazas cuesta unos 500 euros). Sólo le recomendamos
las fundas si tiene niños pequeños o mascotas en casa
Para más información solo tienes que venir hasta nuestras tiendas, consulta tu tienda más cercana en nuestra página web www.muebleslaliberal.com o en el teléfono 981 284 752.
FUENTE: delsofa.es
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